El proceso de elaboración del jamón de bellota 100% ibérico comienza en el cuidado del propio animal, procedente de animales de tronco ibérico puro, alimentado de forma natural y criado en libertad en la amplitud del campo salmantino se alimenta de la bellota y los recursos del campo . Los aromas de la dehesa se incorporan en su sabor, trasladándonos a un entorno natural que enmarca las cualidades de esta exquisita pieza gastronómica.

Su curación varía según su peso, entre los tres y los cinco años.

El proceso de elaboración del jamón serrano cruce Duroc comienza en el cuidado del propio animal, poniendo especial atención en la alimentación y manejo del animal.

Su curación varía según su peso, entre 18 y 26 meses en sus variedades Reserva y Gran Reserva.

Tanto los jamones y paletas ibéricos o cruce Duroc adoptan un formato práctico y manejable, presentado en las versiones que más se adecúan a las características del cliente. Podrán optar por otras presentaciones como deshuesados, medias piezas, corte fácil o centro limpios y pulidos, incluso troquelados, todas ellas envasadas para conservar todo su sabor.

Esta pieza ejemplar está sometida a un periodo de curación de aproximadamente 24 meses. Su matizado aroma define el sabor auténtico de los productos ibéricos. El corte adecuado, en finas láminas, resalta y potencia sus especiales cualidades gastronómicas.

El pastoreo en libertad de los animales, que aprovechan los recursos del campo, junto con una alimentación a base de cereales y una curación lenta y natural, confieren un producto de exquisitos atributos gastronómicos.

El corte serrano y la raza empleada le dotan de un refinado gusto dulce y suave al paladar. Su curación varía entre los 12 y 16 meses, sometiéndola a un proceso de envejecimiento que le otorga un aroma profundo y simétrico.

Las paletas adoptan un formato práctico y manejable, pensado para facilitar el consumo tanto en la paleta Gran Reserva de cruce Duroc, como en las de cebo de campo ibérico y de bellota 100% ibéricas.
Facilitamos el corte de estas piezas, haciendo un semi-deshuesado en el que quitamos ese hueso tan incomodo en algunas ocasiones para cortar a cuchillo, y dejando la pieza totalmente limpia y pulida. De este modo solo tendrá que retirar el envase y poner la pieza en la tabla jamonera, habiendo conservado todo su aroma y sabor.